Los agricultores de Monjardín trabajan como antes, pero son gente de hoy.

La agricultura ecológica parte del saber tradicional pero no deja de avanzar, aplicando nuevos conocimientos en torno al respeto al medio ambiente y la tierra.
Saben que el futuro de este planeta pasa por preservar la cultura del campo, la belleza de lo natural, son gente que se compromete día a día en su trabajo con la tierra: suprimen elementos tóxicos que afectan a la fauna y la fertilidad de las tierras de cultivo, cuidan la vegetación natural, el agua, respetan el ecosistema, ayudando a que los animales puedan seguir con sus ritmos naturales de vida.

La gente de Monjardín sabe que su trabajo forma parte de un nuevo espíritu: el espíritu ecológico, responsable y amable con el planeta.

Desde Monjardín, gracias.